La gente construye paredes alrededor de su alma y su corazón
para aislarse de los demás, para que no los vuelvan a herir,
para no quedar vulnerables...o, tal vez, para ver si los seres que aman
se animan a derribar esos ladrillos y en una muestra de arrojo y amor
logran llegar a ellos...lástima que casi siempre continúan con su discapacitante y hermética labor arquitectónica...
miércoles, 28 de mayo de 2008
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