jueves, 26 de junio de 2008

Morfeo y su Transtorno Bipolar

No importan las horas dormidas. La sensación de sueño solo llega en los momentos de apatía. Si, al iniciar mi jornada, se me caen los ojos, malo. Si vuelvo a la cama y no puedo dormir, peor.
Ya llevo varios años sin conocer lo que es un despertador, sea cual sea la hora en la que me tenga que despertar, siempre lo hago antes de que llegue el momento, aunque tenga que ser a las 7, 6, 5 de la mañana, siempre me despierto almenos 15min antes d que suene el despertador. Me despierto según mi ritmo biológico y duermo tantas horas como me pida el cuerpo (que suelen ser pocas).
Cuando no te riges por estrictos horarios de sueño, comprendes que todo depende de las ganas que tengas de vivir tu vigilia. Me gusta dormir, pero también me gusta estar despierta y hablar con todos mis conocidos y desconocidos, y respirar los perfumes de cada uno ellos, y buscar sonrisas que me deslumbren, y un largo etcétera dentro del maravilloso mundo de los etcéteras...
El caso es que estos últimos días estoy durmiendo mal, como intranquila por nada en particular (no tengo problemas más allá de los existenciales, y tampoco me encuentro deprimida, ni mucho menos enamorada de lunas que no se puedan tocar), y me despierto con el cuerpo entumecido, como si Morfeo me hubiera dado una brutal paliza aprovechando la opacidad de mis párpados. Y luego inicio cada jornada con flojera, sin ganas de tener ganas, o con ganas de llorar pero sin poder llorar por culpa del atasco de legañas en mis conductos lacrimales. Y pienso poco, y pienso mal. En ese limbo donde la poesía se convierte en prosa, y el tiempo en simples y jodidos números digitales.
Tengo sueño y no puedo dormir. Y cuando duermo, no descanso. La vida pierde poco a poco su tercera dimensión. Y eso del corrector de ojeras sólo sirve por fuera, para que nadie lo note. Que timo

1 comentario:

HAMLET dijo...

Parece querida ingeniosa y magnifica amiga que paedesemos del mismo trastorno. Quizá juntos nos vamos de vagos por ahí en aquel extraño mundo de Morfeo. Jajaja.

Besos...muchos como siempre