Últimamente he estado muy ocupada intentando ayudar a mi entrenador a confeccionar unos vestuarios para una presentación de capoeira muy importante, ayer me dijo:
-vane esos materiales se está comiendo todo el presupuesto-
- Pensé que ya habíamos solucionado ese tema…
- ¿Y el vestuario? ¿Qué pasa con el vestuario? No creo que nos valga para muchas presentaciones. No tenemos a nadie mas que se ocupe; porque de los demás…he visto su trabajo y no vale… al menos para esta presentación, no vale… y te recuerdo que nos hemos comprometido a cumplir el plazo: Dos semanas, vane; dos semanas…
- El vestuario tan sólo es un pequeño problema – le dije despreocupada
- Te equivocas, vane. Es un gran problema. En estos momentos es el problema.
Momentos después de un silencio incomodo, le dije con tono pausado:
- ¿Sabes para qué sirven los psicólogos?
- ¿Eso qué tiene que ver con el vestuario?
- Los psicólogos sirven para aislar cada uno de tus problemas. El paciente hace de un problema puntual el epicentro de su mundo, y el psicólogo le demuestra que su vida es mucho más amplia, lo que le permite aislarlo y, con ello, restarle importancia. Terminar el vestuario no es el problema, sino un problema. ¿Entiendes?
-me temo que trabajamos en diferente frecuencia vane…
Nota para mí: no es bueno intercambiar opiniones en momentos de saturación extrema
jueves, 24 de julio de 2008
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